Comerciantes rionegrinos en alerta por la llegada de La Saladita
La llegada de una feria itinerante conocida como “La Saladita” puso en alerta a los comerciantes del Alto Valle, que reclaman al gobierno nacional, la AFIP y la Provincia que obliguen a levantar campamento a los puesteros. Es una feria que se mueve por todo el país ofreciendo productos a menor precio que en los comercios establecidos de la región. Para la Federación empresaria, se debe a que no tributan impuestos.
Walter Sequeira, presidente de la Federación, consideró que La Saladita es “una competencia desleal” contra los comercios ya que los comerciantes “cumplen con todas las reglamentaciones y pagan todos los impuestos, los servicios, los alquileres, los salarios del personal” y las ferias no lo harían.
La feria de venta llega temporalmente, ofreciendo ofertas por pocos días antes de cambiar de destino. Habitualmente, se asienta en el Alto Valle en la víspera a épocas de alto volumen de ventas como fin de año o el inicio del ciclo lectivo. En este caso, fue cerca del Día de la Madre.
La Federación de Entidades Empresarias de Río Negro (FEERN) reclamó intervención por la llegada de una feria a Godoy. La entidad pidió que Gendarmería Nacional, la AFIP y los organismos de control provinciales realicen operativos para verificar el origen de esta mercadería. Y en caso de constatar irregularidades, que apliquen duras sanciones y se clausure el paseo de ventas.
Por otro lado, la FEERN pidió a la Provincia que a futuro prohíba la realización de ese tipo de encuentros de ventas de ropa, juguetes y otros productos. Las habilitaciones para su instalación temporal, actualmente, son otorgadas por los municipios, pero si Provincia regula la actividad, las ciudades podrían verse obligadas a impedir la instalación de La Saladita en su jurisdicción.
Sequeira afirmó que los puesteros “se habían asentado en La Pampa y los echaron. Después estuvieron en Neuquén y pasó lo mismo”.
Antes de montar la feria en Plaza Huincul, los puesteros perdieron gran parte de la mercadería en un operativo conjunto de la Policía Federal y Gendarmería. La mercadería no había sido declarada. Algo similar ocurre con los tours de compras a la feria principal. Los micros de comerciantes son inspeccionados y pierden su mercadería.
La llegada de ferias denominadas Saladitas fue común en el Alto Valle a partir de 2012. Los reclamos de los comerciantes provocaban que fuesen levantadas tras algunos días de ventas, pero para los puesteros igual resultaba muy rentable, por el nivel de ventas.
Los puesteros proyectaron replicar en la región la feria del conurbano bonaerense, La Salada, abriendo un punto de venta en Cipolletti. El proyecto tuvo idas y vueltas con el Municipio y en 2015 tuvo una habilitación preliminar. Se habían alquilado galpones frente a la rotonda de rutas 22 y 151 y se preveían tres naves con capacitad para 150 stands y una playa de estacionamiento para 300 vehículos.
Ante el reclamo de las cámaras de comercio de todas las ciudades del Alto Valle, los impulsores del proyecto aseguraron que no venderían productos de imitación. Sin embargo, no consiguieron el aval definitivo.