La recaudación creció en agosto 72%
La recaudación tributaria ascendió en agosto a $1,73 billones, subió 72,2% en comparación con un año antes, “consolidando el proceso de expansión de los recursos fiscales hacia el segundo cuatrimestre del año en curso. Dicha dinámica fue impulsada por el crecimiento de los recursos de la Seguridad Social y los asociados al mercado interno”, y en menor medida por el sector externo, informó el Ministerio de Economía.
De este modo, los ingresos de la AFIP generados por sus tres fuentes: DGI 71,4%, Aduana 66,8% y ANSES 81,4%, acumuló 24 meses con crecimiento por sobre la tasa de inflación, en el cotejo con igual período del año previo.
La creciente liquidación de divisas proveniente de la exportación de granos y derivados sigue siendo un aliado de la recaudación tributaria por parte de la Aduana, a través del cobro de muy altas retenciones sobre el complejo oleaginoso y los excepcionales precios internacionales, que permitieron romper récord, al cerrar su mejor agosto de los últimos 20 años.
Según informó la Cámara de la Industria Aceitera y del Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), el octavo mes del año concluyó con el ingreso de USD 3.388 millones, lo que significó un incremento del 5% respecto a julio, y 11% por encima de agosto de 2021, la cual se suma al efecto de la suba del tipo de cambio mayorista en 39% en los pasados 12 meses. Aunque en otros rubros, fue perdiendo relevancia, según se desprende del aumento nominal total de lo ingresado por derechos de exportación de apenas 3,8 por ciento.
También gravita en forma creciente el denominado impuesto inflacionario, porque contribuye a mantener elevada la nominalidad: suben los precios y con rezago los salarios y jubilaciones, y con ello la base de imposición de los tributos vinculados con la actividad productiva y comercial, la cual al ser todavía comparada con una baja base anterior por el efecto negativo de las preventivas de la crisis sanitaria, explican la persistencia de un buen ritmo de aumento en términos reales.
“El Impuesto a las Ganancias presentó un incremento de 81,6% anual, producto del ingreso de la segunda cuota del plan de facilidades de pago para Personas Humanas por el saldo del ejercicio 2021 y del tercer anticipo de las Sociedades con cierre de balance en diciembre correspondientes al ejercicio 2022. Además, las mejoras registradas en el mercado laboral y la reforma implementada en 2021 a las alícuotas aplicables a Sociedades (Ley N° 27.630) influyeron positivamente en la recaudación del tributo”.
Y como tercer ingrediente, se agrega el efecto de la maduración del uso del dinero electrónico y la intensificación de la fiscalización por parte de la AFIP en las tres subáreas de percepción: DGI, Aduana y ANSES, porque se traduce en crecimiento de la presión tributaria, medida por la relación entre la recaudación total y el PBI de cada período. El director general de la AFIP, Carlos Castagneto, precisó que desde el organismo “no se busca poner preso a nadie, sino que solo se trata de cumplir con la labor del ente fiscal que no es otro que hacer cumplir con la ley”.
Las perspectivas para los próximos meses anticipan un natural debilitamiento de los recursos tributarios, porque:
1. Finalizó el período de estacionalidad alta de las exportaciones del agro y con ello de su contribución a través de retenciones: “La situación se viene deteriorando semana a semana, sobre todo con el bajo ritmo de ventas de granos de las últimas semanas. Probablemente, esto impactará en un resultado diferente para septiembre” alerta Ciara-CEC;
2. La falta de divisas en el Banco Central llevó al ministro de Economía a imponer restricciones y celebrar acuerdos con algunos sectores para limitar las importaciones de bienes de consumo e incluso de insumos, y ya comenzó a afectar el ritmo de actividad; y
3. La aceleración de la inflación y la menor actividad se traducirá en retracción del consumo, como ya se observó en agosto en la caída de venta de automotores; la cual sumado a la suba de las tarifas de los servicios públicos agudizará la pérdida de poder compra de los ingresos de asalariados y jubilados. En términos de recaudación, el aumento en valores reales observado en el último mes fue inferior en 5,3 puntos porcentuales al que registró el PBI, según la estimación en torno a 6% del estudio Ferreres.
En el acumulado de los primeros 8 meses de 2022 los recursos tributarios sumaron $11,63 billones, 71,2% nominal por sobre el total ingresado a la AFIP en igual tramo del año previo, equivalente a un incremento en valores reales de 8,1 por ciento.
Derrame a provincias. “En el octavo mes del 2022 el gobierno nacional envió al consolidado de provincias más CABA $589.639 millones en concepto de coparticipación, leyes especiales y compensación, frente a $340.730 millones en igual período del año anterior. Ello significa un incremento nominal del 73,1%, que al descontar la inflación del período se traduce en una caída real del 2,2%, explicado básicamente por la caída de leyes especiales, luego de 8 meses de crecimiento real”, informó el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).
El análisis de Nadin Argañaraz y María José Nieto detectó que en el período “CABA fue la única que logró un crecimiento real interanual de los envíos, con una tasa del 3,5%. Por su parte, las demás provincias mostraron variaciones reales negativas en torno al 1,6% real para Tucumán y 3,9% real para Chubut, de modo que la amplitud para las trasferencias automáticas fue alta, de 7,4 puntos porcentuales”.
En el acumulado a agosto de 2022, las transferencias automáticas alcanzaron a $3,8 billones, un 73,9% más respecto a igual período del año anterior en el que los envíos de la Nación habían ascendido a $2,19 billones. De este modo, al descontar la inflación de cada uno de los meses transcurridos, se verificó un crecimiento real del orden del 7,1 por ciento.