¿Se actualizan los impuestos a los combustibles?
Según la normativa vigente, los impuestos a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC) deben actualizarse trimestralmente de acuerdo a la variación del IPC Nacional. Pero a lo largo de los últimos años, con el objetivo de evitar ponerle mayor presión a los surtidores, los ajustes se han aplazado sucesivamente.
Este año, mediante el Decreto 168/23, se volvió a recurrir a la práctica de postergar los incrementos de los tributos pendientes. En función de ello, a partir del 1º de julio se deberían trasladar las variaciones impositivas correspondientes al primer, segundo, tercer y cuarto trimestres calendario del año 2022 y al primer trimestre del año 2023.
Sin embargo, fuentes del mercado consultadas analizan que volverían a prorrogarse. El dato que más certezas brindaría a esta posibilidad es la discusión que mantuvo el ministro de Economía Sergio Massa, con las compañías petroleras por la suba de los precios días atrás.
Como se recuerda ante la advertencia de un ajuste en las naftas mayor a lo acordado en el programa Precios Justos, Massa cruzó a las empresas por considerar que esos aumentos no se ajustaban a lo convenido oportunamente.
La inminencia de las elecciones también juega un papel preponderante para pronosticar una nueva suspensión. Es que la repercusión que genera un retoque de las pizarras de las Estaciones de Servicio -en este caso por la variación impositiva- impactaría negativamente en la imagen del oficialismo, y especialmente en la figura de Massa.
CUÁNTO REPRESENTA. Según fuentes del mercado, poner al día el impuesto a los combustibles líquidos y el impuesto al dióxido de carbono representaría una suba del 115 por ciento, ya sea tanto para gasoil como para naftas.
Este guarismo incluye toda la inflación anual del año 2022 registrada en 94,8 por ciento, más la del primer trimestre de 2023, que marcó 20,3 por ciento según el INDEC.
Para determinar el impacto en el bolsillo de los consumidores, tomando como referencia los precios vigentes en CABA para la nafta súper y suponiendo que se traslade en su totalidad, constituiría un aumento del 15 por ciento por litro vendido. Mientras que en el caso del gasoil grado 2, el incremento sería del 9 por ciento.
Fuente: SURTIDORES