El BCRA ratificó que el dólar oficial subirá 2% por mes
En medio del salto de la brecha cambiaria el Gobierno parece decidido a no abandonar el deslizamiento del dólar oficial a un ritmo del 2% mensual, muy por debajo de la evolución de la tasa de inflación. Si bien la idea es que esa dinámica funcione como un ancla de las expectativas que acompañe al ajuste fiscal que lleva adelante el ministro de Economía, Luis Caputo, el mercado de futuros pone en duda esa pauta y anticipa un movimiento mayor del tipo de cambio oficial de cara a marzo ante lo que será un fuerte atraso en términos reales que diluirá la competitividad conseguida con la última devaluación.
En su último Informe Monetario Mensual, correspondiente a diciembre, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) que conduce Santiago Bausili, ratificó la estrategia oficial. “En el marco de la transición hacia un régimen que asegure la estabilidad macroeconómica, la nueva administración decidió corregir el tipo de cambio nominal (TCN) bilateral respecto del dólar estadounidense, llevándolo a $800 por dólar. Además, se estableció un sendero de deslizamiento de 2% mensual”, consignó el reporte.
“El ajuste del tipo de cambio cumplirá el rol de un ancla complementaria para las expectativas de inflación, hasta tanto el compromiso y la visibilidad del esfuerzo fiscal sean apreciados en su total dimensión. De esta manera, el Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral (ITCRM) alcanzó niveles similares a los registrados entre 2004 y 2007”, explicó la autoridad monetaria.
Si bien hay cierta disparidad, las expectativas de devaluación implícitas en los contratos de futuros para enero van más en línea con la apuesta de crawling peg que propone el Gobierno. Pero hacia adelante esperan un ritmo superior al 2% por el retraso en términos reales que dejará la aceleración inflacionaria y la presión que puedan ejercer los dólares financieros.
El head portfolio manager de CONSULTATIO, Martín Przybylski, detalló: “Los futuros de ROFEX tienen una expectativa de devaluación algo más alta que el 2% de crawling mensual que anunció el Gobierno. Enero vale $833 cuando a este ritmo del 2% mensual debería terminar cerca de $826, mientras que Febrero cotiza alrededor de los $888, cuando a un ritmo del 2% debería estar más cercano a los $843. Es decir que los precios muestran un deslizamiento del 6,7% en esos meses. A partir de marzo, el mercado pega un salto más alto y la diferencia entre los futuros a febrero y a marzo llega al 15,5%, con marzo cotizando alrededor de 1025 pesos”.
“Veo difícil que sostengan ese 2% mucho tiempo más, sobre todo con la brecha que volvió a expandirse y ya está cerca del 50 por ciento. Imagino que en febrero quizás ese crawling ya aumente a un nivel un poco más razonable”, proyectó Przybylski.
En efecto, el salto que pegaron en los últimos días los dólares financieros juega en contra de la estrategia de tasas que aplicó el BCRA. Es que si bien la tasa de interés de los plazos fijos se encuentra en el 9% mensual y es negativa en términos reales, es decir que está por debajo de la inflación, se mantiene positiva frente a la variación en el precio de la divisa oficial. En concreto, se busca fomentar un “carry trade” en dólares.
El problema es que los rendimientos que mostró el dólar contado con liquidación (CCL) en la última semana se encuentran arriba de la dinámica que propone el equipo económico del Gobierno. El CCL saltó a la zona de los $1.200 con una brecha con el oficial del 45%, una suba importante respecto al mínimo de 15,2% que había alcanzado el 27 de diciembre tras la devaluación anunciada por Caputo.
Al respecto, desde Portfolio Personal Inversiones (PPI) advirtieron: “Si la tasa real se mantiene en terreno muy negativo, el CCL podría tensarse más en las semanas de aquí a febrero, mes en que la demanda de dinero usualmente tiene la mayor caída mensual del año. Por ende, sin una suba de la tasa de interés, no habría razones para que la velocidad de circulación (inversa de la demanda de dinero) desacelere y el dólar financiero continúe siendo una reserva de valor en este contexto de alta nominalidad”.
El riesgo es similar a lo que le sucedió al Gobierno anterior: una brecha cambiaria alta genera incentivos a adelantar importaciones, es decir la salida de divisas, y retrasar la liquidación de exportaciones, el ingreso de dólares. Las consecuencias pueden ser negativas para el objetivo de la autoridad monetaria de sumar reservas a la espera de la cosecha gruesa a partir de abril.
“Cuanto mayor es la brecha, más incentivos tienen los exportadores a postergar su liquidación ante la expectativa creciente de un nuevo salto discreto y pierde potencia el diferencial entre el crawling peg al 2% mensual y tasa en pesos al 8/9%, ya que crece el premio por aguantar. A su vez, desde el lado de los flujos, menor liquidación exportadora retroalimenta la suba del CCL, ya que implica menor oferta dentro del esquema 80/20”, puntualizó PPI.
De hecho, la menor oferta exportadora comenzó a notarse: el BCRA compró este martes solo USD 73 millones, la menor adquisición desde el 13 de diciembre. La entidad sumó más de USD 3.500 millones, aunque las reservas netas continúan con un rojo cercano a los USD 8.000 millones, que serán destinados al pago de deuda con bonistas privados y con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en caso de no llegar a un nuevo acuerdo antes de que termine enero.
Los analistas proyectan que el dólar oficial se atrasará fuertemente en los próximos meses y podría finalizar marzo incluso por debajo de los niveles previos a la devaluación posterior a las elecciones PASO, en tiempos del ex ministro de Economía Sergio Massa. Aunque habrá que esperar para saber si el tipo de cambio continuará con el ritmo de deslizamiento anunciado.
En esa línea se manifestó en su último informe la consultora ECONVIEWS del ex secretario de Finanzas, Miguel Kiguel, aseguró: “Seguir devaluando al 2% mensual implica que, en enero el tipo de cambio real se va a apreciar un 18,2%, en febrero un 11% y en marzo 8,5%. En este escenario para fines de marzo, el índice de tipo de cambio real multilateral va a estar un 18% por debajo de su promedio histórico. Este nivel es similar al que se encontraba previo a la devaluación de agosto”.
Por su parte, EQUILIBRA proyectó: “Producto de la elevada inercia existente en el proceso inflacionario, la recomposición de múltiples precios relativos atrasados, la elevada incertidumbre reinante (lo cual tiende a elevar el “mark up” de los decisores de precios) y la falta de coordinación nominal/plan de estabilización, el dólar oficial subiendo 2% mensual no logrará bajar la inflación a un dígito a fin del primer trimestre, pero producirá un nocivo atraso cambiario que forzaría otro salto cambiario para bajar la brecha e incentivar liquidación de cosecha gruesa”.
Fuente: INFOBAE