La inflación de agosto llegó a 5 por ciento en Neuquén
El Nivel general tuvo una variación de 5,0% mensual y acumuló una suba de 254,4% interanual. Las divisiones que más variaron fueron Educación (7,7%), Restaurantes y hoteles (7,4%), Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (6,7%) y Salud (6,3%). Por su parte, las variaciones mensuales más bajas se registraron en las divisiones Prendas de vestir y calzado (0,8%), Bienes y Servicios varios (3,6%) y Recreación y cultura (3,9%).
Educación fue la división que más aumentó, 7,7% y tuvo una incidencia de 0,19 p.p. Esto se explica principalmente por los aumentos en enseñanza primaria, secundaria y enseñanza universitaria.
Restaurantes y hoteles tuvo una variación mensual de 7,4% y una incidencia de 0,43 p.p. Los aumentos más relevantes fueron en restaurantes y comida preparada para llevar.
Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles registró una variación mensual de 6,7%, con una incidencia de 0,95 p.p. Los aumentos que más impactaron en la división fueron en alquiler de la vivienda, electricidad y gas natural por red.
Salud tuvo una variación de 6,3% y una incidencia de 0,28 p.p. Los aumentos que más incidieron en la división fueron consultas médicas y odontológicas.
Si se considera la incidencia que tuvieron las distintas divisiones, destacaron Alimentos y bebidas no alcohólicas, Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles, Transporte y Restaurantes y hoteles, que en conjunto representaron 61,5% del incremento mensual que se registró en el Nivel general. Alimentos y bebidas no alcohólicas tuvo una variación mensual de 4,9% y fue la división que más contribuyó al Nivel general, con 1,08 p.p. Esto se explica en mayor medida por los aumentos en, carne bovina, fiambres, papa, panificados, leche y quesos blandos, que en conjunto representaron 66,5% de la incidencia total de la división. Transporte presentó una variación mensual de 4,2% y una incidencia de 0,59 p.p. Los aumentos que más impactaron en la división fueron combustibles para vehículos, colectivo urbano e interurbano y adquisición de automóviles.
Los Bienes registraron un aumento de 3,8%, inferior al de los Servicios (6,7%). La variación interanual fue de 237,4% y 282,0%, respectivamente.
Los Bienes contribuyeron a la variación del Nivel general con 2,27 p.p., lo que respondió principalmente a los aumentos en carne bovina, verduras, panificados, combustible para vehículos, adquisición de vehículos y comidas preparadas para llevar. Respecto de los Servicios, su incidencia en el Nivel general fue 2,68 p.p. y se explica principalmente por las variaciones en alquiler de vivienda, electricidad, gas natural por red, telefonía celular, colectivo urbano e interurbano, consultas médicas y odontológicas, restaurantes, servicio doméstico y educación en todos los niveles.
Los bienes y servicios Núcleo aumentaron 5,3%, los Estacionales reflejaron un incremento de 3,3% y la categoría Regulados tuvo una variación de 4,5%. Las variaciones interanuales fueron de 242,2%, 479,4% y 337,8%, respectivamente.
Los bienes y servicios incluidos en la categoría Núcleo fueron los que tuvieron un mayor aporte al Nivel general con 3,58 p.p. Destacaron las contribuciones en carne bovina, panificados, alquiler de la vivienda, comidas en restaurantes y para llevar, servicio doméstico y consultas médicas y odontológicas. Por su parte, los bienes y servicios Estacionales tuvieron una incidencia de 0,34 p.p. que se explica por los aumentos en verduras -principalmente por el aumento de la papa-, y paquetes turísticos. En el caso de los bienes y servicios Regulados, la incidencia fue de 1,04 p.p. Las principales contribuciones corresponden a combustible para vehículos, colectivo urbano e interurbano, telefonía celular, electricidad, gas natural por red, y educación primaria y secundaria.
A nivel país. El INDEC publicó el Índice de Precios al Consumidor (IPC) correspondiente a agosto, que registró un incremento mensual de 4,2%, en línea con las estimaciones de consultoras privadas y analistas del mercado, quienes proyectaban una inflación cercana al 4 por ciento. Con este dato, la inflación interanual se ubicó en 236,7%, consolidando así una tendencia de desaceleración.
El resultado de agosto es apenas superior al de julio, cuando el IPC mostró un aumento del 4%. Sin embargo, pese a las expectativas iniciales de una desaceleración, los precios continúan mostrando resistencia a la baja, principalmente debido al comportamiento de ciertos sectores clave, como alimentos y bebidas. Según la consultora EcoGO, este rubro, que tiene un peso considerable en el índice general, registró una suba del 3,8%, similar a la de Orlando Ferreres & Asociados y C&T, que también estimaron aumentos cercanos al 4%.
Uno de los factores que influyeron en esta resistencia a una baja más rápida es la evolución de los precios regulados, que si bien han tenido ciertos ajustes menores en los últimos meses, siguen siendo un ancla inflacionaria. El presidente del Banco Central, Vladimir Werning, había señalado días atrás que se esperaba un registro cercano al 3,5% para septiembre, ayudado por la reducción del impuesto PAIS en 10 puntos porcentuales. Sin embargo, esta baja no ha sido suficiente para adelantar una desaceleración significativa.
En las últimas semanas, distintos relevamientos privados y proyecciones oficiales apuntaban a un escenario inflacionario en torno al 4%, una tendencia que se viene manteniendo de forma sostenida desde mayo. Desde el Ministerio de Economía, el ministro Luis Caputo reconoció que la inflación “todavía no cede al ritmo esperado”, aunque destacó que se trata del dato más bajo desde enero de 2022, cuando la variación mensual fue del 3,9%.
El funcionario también subrayó que la política monetaria de “emisión cero”, junto con la baja progresiva del impuesto PAIS, permitirá avanzar en la estabilización de los precios en los próximos meses. “Estamos trabajando para lograr una convergencia inflacionaria hacia la meta cambiaria, lo cual nos permitirá eliminar las restricciones cambiarias de manera definitiva”, sostuvo Caputo en una reciente entrevista radial.
El rubro de alimentos y bebidas continúa siendo uno de los principales impulsores de la inflación. Según el relevamiento de la consultora EcoGo, este sector mostró un aumento del 3,8% durante agosto, lo que se alinea con otras estimaciones privadas que también destacaron subas significativas en productos de consumo masivo. Esto refleja no solo la presión interna por los costos de producción, sino también la incidencia de factores externos como el precio de las materias primas y las condiciones climáticas que afectan las cosechas.
El informe del INDEC también mostró incrementos en otros rubros importantes como vivienda y servicios, que registraron subas del X%, impulsados por los aumentos en alquileres y servicios públicos. En tanto, los precios de la indumentaria, un sector que había registrado subas marcadas en meses anteriores, crecieron X% en agosto, en parte debido a la entrada de la temporada de primavera-verano.
Expectativas
A pesar de que el Gobierno sigue apostando por una desaceleración de la inflación para lo que resta del año, las proyecciones más conservadoras, tanto del Banco Central como de economistas privados, indican que la inflación mensual podría mantenerse en torno al 3,5% a 4% en los próximos meses. Esto deja poco margen para un descenso abrupto de los precios, aunque las autoridades confían en que el IPC anual cerrará 2024 con una variación cercana al 130%, como se anticipa en el proyecto de Presupuesto que será enviado al Congreso.
Además, las autoridades económicas esperan que la eliminación del impuesto PAIS en diciembre de este año sea un factor clave para aliviar la presión inflacionaria en 2025. Según la proyección oficial, esta medida, junto con la política de emisión cero y un estricto control sobre el gasto público, debería permitir que el ritmo inflacionario converja a niveles más bajos en el mediano plazo.
Sin embargo, la resistencia de ciertos sectores, especialmente el de los alimentos, podría seguir siendo un obstáculo. Las consultoras privadas advierten que las expectativas inflacionarias están aún desancladas, lo que se traduce en ajustes preventivos de precios por parte de las empresas ante la incertidumbre cambiaria y fiscal.