
La producción de shale oil trepó un 82% en 2 años y alcanzó los 200.000 barriles diarios. “Este crecimiento fue posible gracias a la transformación de los procesos operativos, con la incorporación de tecnologías como RTIC, inteligencia artificial, y herramientas de análisis predictivo que permitieron mejorar la productividad y optimizar los recursos”, dijo el CEO de la compañía Horacio Marín.





















