Neuquén comenzó el envío de petróleo a Chile
Desde este jueves a la madrugada, llegaba petróleo desde Neuquén al puerto de Concepción, en Chile, con lo que se pone fin a una inactividad de 17 años del oleoducto Trasandino (OTASA).
Luego de varios meses de trabajos para poner en condiciones el ducto, el 17 de mayo comenzó el bombeo de petróleo hacia el vecino país. Los trabajos de prueba del ducto se realizaron en cuatro etapas: la primera, desde Rincón de los Sauces, Puesto Hernández y Pampa de Trill; la segunda etapa hasta La Primavera; la tercera, desde La Primavera hasta la estación El Avellano, en Chile; y desde allí el último tramo ya en el vecino país.
El ducto, de 16 pulgadas, tiene una extensión de 427 kilómetros. Cuando esté en pleno funcionamiento, se espera poder transportar unos 115.000 barriles por día de petróleo.
“El petróleo llegará el 25 de mayo”, expresó el gobernador Omar Gutiérrez, y agregó: “Volvimos a poner en valor un oleoducto que permite, de la mano del desarrollo, la previsibilidad, la certeza y la articulación pública y privada, poder conectar y fortalecer a Neuquén, la Patagonia y el país”.
Gutiérrez felicitó a “trabajadores y trabajadoras que hicieron posible este logro”, y explicó que “el primer contrato es por hasta 41.000 barriles diarios de petróleo, lo que va a generar entre 2 millones y 2 millones y medio de dólares por día, unos 70 millones de dólares al mes”.
Explicó que al cabo de 90 días el oleoducto va a estar funcionando a pleno, con una capacidad máxima de transporte de 110.000 barriles día de petróleo. “Así que, la verdad, muy contento”, resaltó.
Además, recordó: “El 20 de junio vamos a poner en funcionamiento el gasoducto Néstor Kirchner, que habrá de permitir también acelerar la curva de producción, de inversión y más trabajo aquí en la cuenca neuquina. Avanza a muy buen ritmo el oleoducto que está construyendo OLDELVAL que llega hasta Bahía Blanca, que nos va a permitir transportar nuevos barriles para comercializar a partir del primer trimestre del año que viene”.
OTASA es una empresa que se creó para operar ese ducto y cuyos accionistas son YPF, Chevron y ENAP.