El aumento de los biocombustibles impulsa otra suba en las pizarras
En el caso del biodiesel, pasó a $923.590 el precio mínimo de la tonelada. Con el aumento de noviembre, este valor había quedado en $686.986, lo que referencia la profundidad del incremento. Este es el biocombustible que se mezcla obligatoriamente en el gasoil. Este aumento se trata de la tercera resolución de Eduardo Rodríguez Chirillo como secretario de Energía.
La cuarta fue la del precio del bioetanol de caña de azúcar. El valor mínimo de la tonelada quedó en $465.840. El costo anterior de este biocombustible que se mezcla con la nafta era de $348.539. En ambos casos se trata de valores mínimos, por lo que las empresas podrían encontrarse con aumentos mayores.
En la actualidad, el gasoil debe contar con el 7,5% de biodiesel según establece la resolución 438/2022 mientras que en las naftas, el corte debe ser del 12% de bioetanol. Por esa razón, estas subas representan una presión sobre los precios
El 1 de enero del 2023 el precio era de 251.680 pesos por tonelada y pasó a 686.986 pesos. En el caso del biodiesel a base de caña de azúcar, aumentó 182% desde iniciado el 2023 (de 123,422 pasó a 348,5 pesos el litro). Respecto al hecho a base de maíz, en el año se incrementó un 192,5% (de 123,422 pesos el litro pasó a 361 pesos).
El proyecto de Ley Ómnibus que ingresó al Congreso contempla la liberación de los precios de los biocombustibles y los cupos asignados, y solo mantiene los porcentajes de corte obligatorio.
¿Qué va a pasar con la nafta?
Al estar obligados por ley a comprar los biocombustibles para cortar los combustibles fósiles, las petroleras verán un nuevo incremento en sus costos ya que son un insumo para su producción. En el sector afirmaban antes de las resoluciones que se conocieron, que las naftas y el gasoil en los surtidores aún mantenían un retraso frente al precio de USD1 o USD1,20 por litro que pretende la industria, por lo que es de esperar nuevos aumentos.
Desde noviembre los precios de los combustibles treparon casi un 80% en medio del proceso electoral y la devaluación del peso. A principios del mes pasado, cuando venció el programa Precios Justos para el sector, las petroleras aplicaron una suba del 10 por ciento. Una vez que se conoció el resultado del balotaje volvieron a aplicar un alza de esa magnitud.
Ya en diciembre, el fin de semana largo previo a la asunción de Javier Milei se registró un aumento del 25% en los surtidores. Luego, con el salto de 118% que llevó el tipo de cambio oficial a $800 hubo una actualización del 37%, que llevó, por caso, la nafta súper a la zona de los 615 pesos (0,75 centavos de dólar). Fuentes privadas calcularon que el incremento acumulado de la nafta súper llegó a 266,22%, mientras el gasoil marcó un alza de 264,58 por ciento.
Sin embargo, las petroleras buscan llegar a un precio promedio de 1 dólar por litro en surtidores. La postura del Gobierno es que los privados decidan libremente cuánto quieren cobrar, aunque pidieron que las subas se realicen de manera “escalonada” entre el verano y marzo del 2024.