Entidades empresarias se oponen al aumento de energía en Rio Negro
Este viernes se presenta nuevamente en la Legislatura rionegrina un proyecto para recargar un 5% en la factura de energía, donde el ingreso va a cuentas generales de la provincia y será destinado a obras de infraestructura eléctrica. El año pasado, los vecinos pudieron evitarlo, pero vuelven a presentarlo en busca de que sea aprobado por los legisladores.
La propuesta contempla la imposición de un cargo equivalente al 5% del total de la factura a ser asumido por todos los usuarios de las distribuidoras en Río Negro.
Desde distintas entidades empresarias se cuestionó este nuevo gravamen, que recae especialmente en las pequeñas y medianas empresas, sin haber sido objeto de consenso ni consulta con el sector privado. “Para las pymes, el incremento resultará difícil, por no decir imposible, de afrontar”, dijeron entre otros, la Cámara de Comercio de Roca (CAIC) y la Federación de Productores de Fruta de Rio Negro y Neuquén.
Otra entidad, la Federación de Entidades Empresarias de Río Negro (FEERN) manifestó que no se trata de “una tasa, sino de un impuesto suplementario destinado a que los habitantes de Río Negro se hagan cargo de algo que la empresa está obligada a realizar”. Y advirtieron que este aumento en la tarifa energética se trasladará, en muchos casos, a los precios de los productos y servicios; mientras que en otros casos será absorbido por los comerciantes –como el resto de los incrementos- hasta que no puedan hacerlo más y deban enfrentarse a la difícil decisión de seguir apostando al sector o cerrar.
“Es inviable seguir en esta dirección. Las empresas nos enfrentamos al cierre del año en una situación sumamente complicada. Las pequeñas y medianas empresas no pueden soportar más aumentos de costos. Desde la Federación, consideramos que este proyecto carece de toda lógica, dado que nos encontramos en el momento más crítico para las pymes rionegrinas. Y declaramos de manera enfática nuestra oposición a la modificación, ya que creemos que representa una nueva amenaza para el sector, el cual ya se encuentra al límite”.
Por último, destacaron el deficiente servicio ofrecido por la distribuidora, la falta de supervisión de las inversiones y la ausencia de análisis técnico en los requerimientos de la empresa, entre otras observaciones.