“Las LELIQ debieran ser solo una anécdota”
Los bancos argentinos de capital extranjero no ven a la reducción de los pasivos monetarios del Banco Central como uno de los problemas prioritarios de la economía y consideran que su voluminoso stock, hoy cercano a los 25 billones de pesos si se suman Letras de Liquidez (Leliq) y Pases Pasivos, puede volverse una oportunidad para levantar el crédito, hoy en niveles mínimos.
“Con confianza y sin emisión monetaria, las Leliqs, debieran ser en el futuro tan solo una anécdota”, dijo Claudio Cesario, presidente de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), que reúne a las entidades financieras de origen extranjero.
“Para eso, el Gobierno tiene que poner sobre la mesa un plan económico creíble y sustentable para estabilizar la economía y bajar la inflación. Un programa económico sólido con equilibrio fiscal permitirá gestionar la reducción del stock de estas letras que se usan para esterilizar el excedente de pesos”, señaló Cesario en un agasajo a la prensa por el fin de año.
El titular de ABA dijo que “debemos convertir en una oportunidad” la necesidad de reducir ese enorme stock. Y recordó que con sus pares de los bancos nacionales (nucleados en ADEBA) hicieron una propuesta pública durante la campaña electoral para “reencauzar en forma paulatina los depósitos (o sea las LELIQ) en créditos”.
“La buena noticia es que existen numerosos proyectos que necesitan financiamiento del sector privado en distintos sectores, energías renovables, telecomunicaciones, transporte e infraestructura en general, agroindustria, minería y petróleo. Esos proyectos tienen la oportunidad de generar empleo formal, reactivar la economía y reinsertar a la Argentina en mercados en los que cuenta con enormes ventajas comparativas”, agregó Cesario.
De este modo, las afirmaciones de Cesario van en línea con una posición que muchos analistas vienen sosteniendo desde distintos sectores: si el Gobierno de Javier Milei consigue hacer el ajuste fiscal que prometió y la economía ingresa en un sendero de estabilización, no será necesario implementar rescates urgentes o endeudamiento en moneda dura para detener la bola de nieve de las Leliq y los Pases. Con el orden fiscal, su volumen se irá reduciendo.
Los bancos se quedaron tranquilos cuando el viernes pasado el futuro ministro de Economía Luis Caputo les explicó en una reunión cerrada que cumplirá con lo adelantado por el propio Milei: el problema de las LELIQ se resolverá con una solución de mercado. No habrá ni reperfilamiento, ni plan Bonex ni ninguna medida disruptiva.
En ABA esperan el llamado de la futura conducción del Banco Central, hoy incierta tras las deserciones de Emilio Ocampo y Demian Reidel a conducir la entidad, para iniciar contactos. “En pocos días se formalizarán los equipos técnicos de los organismos de Gobierno y nuestros técnicos están listos para colaborar en temas desafiantes pero que sabemos que tienen solución y ayudarán a mejorar las condiciones de crédito de familias, pequeñas, medianas y grandes empresas”, aseguró Cesario.
En materia crediticia, puntualizó, “tenemos que crecer mucho”. En ese sentido, reiteró pedidos concretos del sector financiero: “Al margen de la eliminación de las regulaciones de tasas pasivas mínimas y activas máximas, entendemos necesario que se bajen los impuestos nacionales, provinciales, municipales, que afectan la actividad. Los incluidos en las tasas de los créditos, en algunos casos representan casi el 50% de las cuotas lo que desalienta la demanda de las personas o familias, quienes finalmente afrontan esta carga. Las empresas pueden recuperar parte de ese costo fiscal”.
“Nuestra misión como bancos es dar crédito, hacer crecer el ahorro y la inversión. El crédito permite dinamizar la economía, generar la riqueza que necesita nuestro país. No podemos seguir perdiendo oportunidades considerando el capital humano y los recursos naturales que tenemos”, concluyó Cesario.