“Lo que quedaba de cosecha se perdió con el último granizo”
Las fuertes heladas de principio de octubre en la región habían causado innumerables problemas para los productores frutícolas del Alto Valle de Río Negro y Neuquén con pérdidas que alcanzaron hasta el 50% de la producción en algunos casos.
Ahora, la zona de Roca -que venía sin demasiados sobresaltos por el clima- tuvo un traspié el viernes pasado 4 de febrero, con el granizo que cayó sobre amplio sector de chacras al sur de la Ruta Nacional 22.
«Lo que quedaba de cosecha se perdió en un 100%», estimó el productor y actual presidente del Consorcio de Riego, Alberto García.
La zona afectada fue en el cuadrante entre la calle Gobernador Castello hacia la costa. «Afectó hasta las últimas chacras del río y tuvo una extensión hacia el este de unos seis kilómetros, a la altura de Stefenelli», agregó el referente. También algunas chacras de Colonia Fátima se vieron afectadas.
Actualmente, los productores están evaluando la magnitud de los daños y se estima que en algunos días más habrá mayores precisiones de la cantidad de afectados. No obstante, para graficar adelantaron que de 100 frutos unos 50 o 60 están dañados.
Esta situación se suma a las pérdidas que ya venían sufriendo los productores de la región en calidad y rinde de la fruta por las heladas del 6 de octubre en la zona de Regina, Godoy y también Allen. «Hacia la costa ha caído granizo en varias oportunidades en mayor y menor escala», reafirmó García.
Consultado sobre las medidas de contingencia que se tomaron, aseguró que hasta el momento han sido escasas. Comentó que se realizó un monitoreo y se entregaron certificados de emergencia y hasta de «desastre» en las cámaras de productores.
No obstante, muchos chacareros están disconformes con ese relevamiento ya que consideran que no se evaluó el daño real. «En muchas chacras se paso por las orillas y se vio la fruta. La fruta está, pero está dañada, con defectos, no se puede comercializar».
Por otro lado, contó que el Gobierno Nacional anunció que impulsará un RePro, destinado a solventar parte de los salarios de empleados registrados.
Ese subsidio será de 9.000 pesos e irá directamente a cada trabajador que cumpla una serie de requisitos. En un primer momento, el desembolso iba a ser 18.000 pesos por empleado y llegarían al empleador. «Lo bajaron a la mitad y pusieron un lapso de diez días para hacer la tramitación», apuntó García.