La fruticultura del Alto Valle tiene cada vez menos productores
El sistema frutícola del Valle de Río Negro y Neuquén continúa expulsando productores. Las estadísticas señalan que durante el año pasado se computaron tan solo 1.564 productores en toda la región del norte de la Patagonia, dedicados a la producción de pomáceas y frutas de carozo. La cifra refleja una caída del 3% en relación a la cantidad consolidada en 2022, y un desplome del 40% cuando se toma como referencia el año 2013.
Los datos surgen del Centro Regional Patagonia Norte del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), cuyo titular, Ricardo Sánchez, presentó el anuario estadístico productivo con el cierre de datos de 2023.
¿Cuál es la causa de esta masiva desaparición de productores del sistema? La respuesta es multicausal.
-La economía.
-El financiamiento.
-Los cambios en los modelos de producción.
-Organización.
“Pensábamos que el año pasado podíamos llegar a tocar un piso con la salida de productores del sistema, pero claramente la estadística nos muestra que no fue así”, confió Facundo Fernández, secretario de Fruticultura de Río Negro. El funcionario se mostró preocupado por los datos reflejados por el SENASA, aunque señaló que “muchos de los productores que figuran como fuera del sistema frutícola podrían haber comenzado otra actividad en esas mismas tierras, como puede ser el caso de la horticultura o forrajes. De ser así, no se perdieron productores, sino que solo cambiaron de actividad”.
“Por supuesto...se están perdiendo productores frutícolas y todo indica que no tocamos todavía un piso. Lamentablemente quien no es eficiente el día de hoy, queda fuera del sistema”, remarcó Fernández.
Productores abandonan superficies cultivadas
Otro dato que surge de la estadística del SENASA es que sigue aumentando la concentración de las tierras productivas, teniendo en cuenta que la superficie implantada con frutales tampoco encuentra su piso y que las empresas, contrariamente a lo que pasó con los pequeños y medianos productores, ampliaron en muchos casos su superficie para producir.
Durante el año pasado unas 533 hectáreas frutícolas dejaron de producir. En el período 2013-2023 se perdieron poco más de 12.200 hectáreas entre peras, manzanas y frutas de carozo en todo el Valle de Río Negro y Neuquén.
Un dato: las más de 12.000 hectáreas que la fruticultura perdió, representan cerca de 500.000 toneladas de fruta que quedaron fuera del circuito en estos años; equivale a la pérdida de 3.500 trabajadores permanentes, y unos 7.000 trabajadores transitorios; a unas 20.000 cargas de camiones paralizadas, que podrían transitar por la región con este volumen de fruta perdida; y con la matriz comercial existente a la fecha, más de 90 millones de dólares que dejaron de ingresar a la zona para alimentar el movimiento económico de gran parte de las ciudades de la región.
Fuente: SENASA y LM NEUQUEN