La "guerra" a la inflación arranca con más retenciones y Precios Cuidados
El congelamiento y control de precios, además de la suba de las retenciones de algunos productos, y la amenaza de subir las de otros, seguirán formando parte de los argumentos del Gobierno.
Dentro de este esquema, y luego de que fuera imposible la implementación de Precios Cuidados en comercios de cercanía, también se analiza la implementación de precios máximos en estos centros de venta, una forma de ampliar la oferta de puntos con precios controlados, y de llevar una solución a los almaceneros, que desde hace meses exigen estar incluidos en estos programas.
Por estos días, en este sentido, se vienen dando los primeros pasos de las negociaciones para lo que será la renovación del programa Precios Cuidados, que en esta etapa arrancó en enero pasado y finalizará el 7 de abril próximo.
El Gobierno intentará avanzará por dos carriles. Por un lado, sumar productos a los cerca de 1.300 que hoy conforman Precios Cuidados y, por el otro, sumar volumen de cada uno de ellos.
El rubro lácteo es uno sobre los que más se está poniendo el foco hoy. La Secretaría de Comercio Interior entiende que se trata de uno de los rubros más delicados, y pretende que se mejore la oferta. Roberto Feletti, ministro de Comercio Interior, mantiene encuentros con las cámaras sectoriales -el Centro de la Industria Lechera (CIL) y la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (APYMEL)- y no con las empresas.
Aquí el pedido es claro y las entidades lo deben bajar a sus asociados. Las compañías que producen leche fluida deberán sumar litros e incluso marcas a Precios Cuidados. Otras son muy o totalmente exportadoras de leche en polvo, por lo que la idea es que aporten la materia prima a las productoras de leche fluida, para que ellas sean las que puedan sumar volumen.
El punto en cuestión es que esto quitaría capacidad exportadora a estas firmas. Esta es la idea que hasta ahora sugirió el Gobierno, aunque la pelota ahora estará del lado la industria que, en todo caso, deberá acercar una propuesta superadora que convenza a las autoridades.
¿Cuál será el camino que se tomará si esto no avanza? El mismo que se podría encarar en otros segmentos, es decir subir las retenciones a los lácteos, que hoy están en el 9% para la leche en polvo y el 4,5% para los quesos.
Incluso, y pese a que todavía esta variable no se puso sobre la mesa, también se podría tomar como caso testigo el conflicto que surgió con la industria de la carne, que anticipó que saldría del programa Precios Congelados y el Gobierno le respondió con la amenaza de impedir las exportaciones de los frigoríficos.
En cuanto a las retenciones, también hay que pensar en un incremento, al máximo, del impuesto a las exportaciones de harina y aceite de soja.
PRECIOS CUIDADOS. En cuanto al programa Precios Cuidados en general, uno de los ejes de las discusiones pasa por el incremento que se autorizará. En la última renovación se admitieron subas de 2%, aunque las empresas pedirán entre un 10% y un 12%. El Gobierno hoy no piensa en más de un 3%.
Desde Comercio Interior también se pondrá el foco en el cumplimiento del abastecimiento de algunos productos, ya que considera que en muchas ocasiones se vieron faltantes en determinados lugares. Para el Gobierno esto representa un claro incumplimiento de lo firmado.
En medio de esto, apareció otro factor que mete todavía más presión a la inflación en alimentos. El aumento de las naftas, de hasta 12% según la petrolera, incrementó los costos logísticos.
Según explicó Rafael Rodríguez Roda, director Ejecutivo de la Cámara Empresaria de Operadores (CEDOL), "el combustible es un costo directo de los componentes que conforman el costo total de la logística en cualquier parte del mundo".
"En la Argentina, tiene un peso que oscila entre el 35% y el 55% de los costos, dependiendo de la cadena que se mire. Por ejemplo, no es lo mismo el impacto de combustible en un camión de larga distancia que el de un vehículo de distribución urbana", precisó.
Las alimenticias trasladarán este sobrecosto -que tienen una incidencia cercana al 10% en su estructura- a sus precios finales, lo que complica las negociaciones por Precios Cuidados.
En caso de que nada de esto funcione o los acuerdos no fluyan como pretende el Gobierno, hay otra carta bajo la manga. La posibilidad del congelamiento de precios no se descarta, incluso pese a que no se obtuvieron los resultados esperado el año pasado, cuando se lanzó esta medida justamente ante la falta de acuerdo con las alimenticias.