
El gremio petrolero frenó los despidos tras un acuerdo con la empresa Petroquímica Comodoro Rivadavia (PCR) que garantiza salarios por seis meses. Marcelo Rucci apuntó contra la clase política pampeana por haber dejado escalar el conflicto.
Los subsidios energéticos que asisten proporcionalmente más a la clase media y alta que a los pobres llegarán este año a representar el 2.8% del producto.
Energía10 de abril de 2022Mientras que la política debate sobre los planes sociales como el Potenciar Trabajo, que representa el 0.3% del PBI, los subsidios energéticos, que asisten proporcionalmente más a la clase media y alta que a los pobres, llegarán este año a representar el 2.8% del producto. Ese fondo permitiría bajar a 11,4% el IVA, o más progresivo aún, duplicar el gasto en educación y salud del Estado.
Aunque en la Argentina debatimos constantemente sobre el gran aporte que hacen los sectores medios y altos de la población para sostener a los sectores bajos, la política de subsidios energéticos ponen en jaque esa afirmación y revelan la ineficiencia del Estado en asistir a los que verdaderamente lo necesitan y la capacidad de ahogar con carga impositiva a todos.
Mientras la suma de los planes AUH, Progresar, Potenciar y Alimentar llegan en la Argentina a 1,6% del PBI, el economista de FIEL, Fernando Navajas, estima que el subsidio a la energía alcanzará 13.420 millones de dólares este año, un 2,8% del PBI, en un escenario “optimista” en el que considera que se morigerará la suba de los precios internacionales de la energía y que asume la implementación del ajuste tarifario comprometido con el FMI.
Esa bola de nieve que son los subsidios a la energía vuelven a estar cerca del pico que alcanzaron a finales del 2015, cuando llegaron al 3,5% del PBI y fueron los mayores responsables del desbalance de las cuentas públicas. Con la particularidad de que benefician mucho más a los sectores medios y altos de la población que a los más necesitados.
Un estudio que hicieron hace unos años en el Centro de Estudios Distributivos Laborales y Sociales (CEDLAS) determinó que el 20% más rico de la población recibía el 26,1% de los subsidios a la electricidad residencial, mientras que al 20% más pobre solo le llegaba el 14.4% del aporte. El mismo informe demostró que en el caso del gas, el 20% más rico recibía el 31.7% del subsidio y el 20% más pobre solo el 9,7% de ese beneficio.
“El impacto del subsidio generalizado a la energía sobre indicadores como el coeficiente de Gini -que mide la desigualdad en la población- es casi nulo, mientras que la inversión en educación o en salud son mucho más transformadoras”, dice Jorge Puig, uno de los autores del informe del CEDLAS.
A esa lista de distorsiones habría que sumarle 2800 millones de dólares que compensan el déficit de las empresas públicas concentrado fundamentalmente en Aerolíneas Argentinas, AYSA y Trenes, que tampoco prestan un servicio universal y que en el caso de la línea aérea son 100% un aporte del Estado a subsidiar consumos de los segmentos más altos de la población.
“¿Para qué se subsidia la energía si el Estado le da un cheque a todas las familias que necesitan asistencia mes a mes con la AUH? Podríamos tener un solo programa eficiente de asistencia social que sirva para cubrir los gastos de transporte, alimentos y escolaridad para las familias que lo necesitan, pero el Estado llega con poco y mal”, marca el economista Fausto Spotorno.
El director de la consultora Ferreres y asociados marca también el impacto en el crecimiento de la economía que producen estas distorsiones: “El gasto requiere un financiamiento, y la presión tributaria o el endeudamiento para compensar ese gasto ahoga el crecimiento”.
Puestos a comparar, el monto que destina la Argentina a subsidiar la energía permitiría multiplicar por 3 el gasto en salud o en Educación, o duplicar ambos.
Es que la energía en la Argentina, salvo por la implementación de la tarifa social, tiene un subsidio generalizado que no discrimina, pero además, que excluye a todos los sectores más bajos y marginados que no tienen acceso a los servicios públicos.
“Cuando el subsidio es universal, para todos los grupos de consumidores, el que más consume es el que más absorbe el beneficio y el que tiene la casa más grande es el más subsidiado. El sesgo de nuestros subsidios es en favor del rico”, explica Puig.
El economista reconoce la barrera para corregir ese desarreglo: “La mitad de la población que no debe recibir el subsidio, no quiere pagar lo que corresponde. Eso tiene que ver con la irreversibilidad de las políticas públicas. En la Argentina cuando das una transferencia de ingreso se considera un derecho adquirido”, marca el referente del CEDLAS.
En el extremo, una familia indigente cuando compra un alimento paga el 21% del IVA y esos recursos va a subsidiar la calefacción de una pileta climatizada en un country. El total de los subsidios energéticos estimados para este año representa el 36% de la recaudación del IVA.
Si consideramos una alícuota única de IVA para mantener el mismo nivel de recaudación actual -que tiene cargos del 10.5 y del 21% para distintos bienes- el impuesto al valor agregado debería ser del 19%, y necesitás 7,6% de esa recaudación para solventar los subsidios al gas y la electricidad.
Simplificando, la Argentina podría reducir a 11.4% el IVA y eliminar los subsidios energéticos manteniendo el mismo nivel de déficit. ¿Qué sería mejor para un hogar pobre? La respuesta es obvia. El dilema es que para la política cortoplacista y marcada por la agenda electoral lo mejor es congelar tarifas. “La política decide por sus necesidades electorales, condicionando la política pública”, sintetiza Puig.
El gremio petrolero frenó los despidos tras un acuerdo con la empresa Petroquímica Comodoro Rivadavia (PCR) que garantiza salarios por seis meses. Marcelo Rucci apuntó contra la clase política pampeana por haber dejado escalar el conflicto.
Legisladores rionegrinos plantearon que el Gobierno Provincial no brindó la información necesaria cuando se aprobó la renegociación de los contratos petroleros de con Aconcagua. La petrolera comunicó que tiene una deuda que casi llega a los 400 millones de dólares.
Para el gobierno de Neuquén, la PIAP ingresó en una fase de “riesgo operativo” ante la deuda que mantiene la CNEA que impide hacer frente al pago de servicios, personal y energía eléctrica entre otras obligaciones. Esta deuda, de casi 4 meses, pone en jaque la conservación y potenciales proyectos de la PIAP.
La Amarga Chica, Rincón de Aranda y Bajada del Palo explicaron el salto que llevó a la mayor marca de todos los tiempos, 468.682 barriles por día. En la ventana de gas, la producción de Neuquén en mayo fue de 102,38 millones de metros cúbicos por día con tres áreas : Fortín de Piedra, Aguada Pichana Este y La Calera.
En mayo registró un nuevo récord histórico con 468 mil barriles por día, lo que representa casi 19% más respecto a mayo de 2024, gracias al aporte de áreas clave como La Amarga Chica y Rincón de Aranda. Las operadoras completaron 2.588 etapas de fractura, una nueva marca histórica para el no convencional.
Para evitar que la limitación de horarios de circulación de los camiones impacte en la industria, el gobierno piensa agregar un tercer carril cada 10 kilómetros, en tramos críticos, para sobrepaso en la Ruta 7 a Añelo. La idea es ensanchar la calzada donde las banquinas permiten hacerlo sin grandes movimientos de suelo, ni expropiaciones.